Ubisoft ha dejado en claro que comprar un juego no otorga a los jugadores "derechos de propiedad sin restricciones", sino más bien una "licencia limitada para acceder al juego". Esta declaración fue parte de la defensa de Ubisoft en una batalla legal iniciada por dos jugadores de la tripulación que demandaron a la compañía después de que el juego de carreras original se cerró en 2023.
A finales de marzo de 2024, la tripulación ya no se puede jugar . Independientemente de si se compró física o digitalmente, no se puede jugar ninguna versión del juego ya que los servidores se cerraron por completo. Si bien Ubisoft tomó medidas para crear versiones fuera de línea para la tripulación 2 y la tripulación: MotorFest , no se hicieron tales esfuerzos para el juego original.
La acción legal contra Ubisoft fue presentada por dos jugadores que creían que estaban comprando la propiedad de la tripulación , no solo una licencia limitada. La demanda provocó una analogía vívida, comparando la situación con comprar una máquina de pinball solo para encontrar piezas esenciales que faltan años después. Los demandantes alegan violaciones de la ley de publicidad falsa de California, la ley de competencia desleal, la Ley de Remedios Legales del Consumidor, junto con el fraude de derecho consuetudinario y el incumplimiento de las reclamaciones de garantía. También señalaron que el código de activación del juego se anunció para no expirar hasta 2099, lo que sugiere una jugabilidad a largo plazo.
En respuesta, Ubisoft argumentó que los demandantes estaban informados al momento de la compra que estaban adquiriendo una licencia, no una propiedad perpetua. El equipo legal de Ubisoft enfatizó que el empaque del juego en Xbox y PlayStation incluyó un aviso destacado de que la compañía podría cancelar el acceso a las funciones en línea con un aviso de 30 días.
Ubisoft ha presentado una moción para desestimar el caso, pero si la demanda continúa, los demandantes están buscando un juicio con jurado. Mientras tanto, plataformas como Steam han actualizado sus políticas para informar explícitamente a los clientes que están comprando una licencia, no el juego en sí. Este cambio sigue a una nueva ley en California que requiere que los mercados digitales aclaren la naturaleza de tales compras a los consumidores, aunque no impide que las empresas eventualmente retiren el acceso al contenido.